20-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Lunes, 20 de septiembre, 2021

Hoy celebramos a los grandes mártires coreanos. Una vez más, nos detenemos a adorar al Espíritu Santo, que puede transformarnos con su poder y su amor, basta hacernos capaces de cosas que parecen imposibles para las fuerzas humanas. Es su fuerza la que triunfa en nuestra debilidad.

En el siglo XVIII se formó la primera comunidad cristiana en Corea, formada enteramente por laicos evangelizadores que llegaron de China y de Japón. A partir de allí se sucedieron varias persecuciones hasta fines del siglo XIX, en las cuales murieron cerca de 10.000 cristianos. Más de 100 fueron canonizados, la mayoría laicos. Pero ya que el martirio es como una lluvia fecunda que despierta todavía más la fe, hoy hay cerca de 2.000.000 de cristianos en Corea. Ninguno de los esfuerzos de estos cristianos fue en vano.b Ellos lo sabían. La intensa vida cristiana que infundieron los primeros cristianos de Corea produjo su fruto y fue coronada en el martirio.

Estos martirios estaban precedidos de horribles torturas, y la fortaleza que ellos recibieron del Espíritu Santo es ciertamente sobrenatural. No se avergonzaron de Cristo (Lucas 9,26) ni prefirieron salvar su vida (Lucas 9,24).

No se trata de exagerar la importancia del dolor, o de buscar el martirio, que es un don de Dios más que una decisión humana. Dios no se complace en vernos sufrir sino en el amor que se expresa en la entrega generosa. Se trata más bien de aceptar la misión que nos toque cumplir en la vida aceptando las incomodidades que la acompañan; y se trata también de dar testimonio de nuestra fe aunque nos traiga problemas. Así podemos decir con San Pablo: _»Todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como un desperdicio, con tal de ganar a Cristo y estar unido a él»_ (Filipenses 3,8-9).

Hagamos un instante de oración, para pedir al Espíritu Santo que nos haga capaces de cosas grandes, que penetre con su potencia nuestra debilidad.

https://youtu.be/vEevAFGlyMQ

19-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Domingo, 19 de septiembre, 2021

Es cierto que el Espíritu Santo actúa de modo permanente en nuestras vidas, y hace maravillas. Pero normalmente no las hace de la manera como nosotros lo esperamos o lo imaginamos. Por eso nos parece que él está en silencio, que calla, que no interviene. Sin embargo, él siempre está preparando algo nuevo, y por eso podemos tener esperanzas. Veamos cómo lo expresaba Romano Guardini en su oración:

_»Espíritu Santo, que nos has sido enviado, _
_y permaneces cerca de nosotros, _
_aunque los espacios resuenen vacíos _
_como si estuvieras lejos. _
_En tus manos perduran los siglos_
_ y todas las cosas serán en ti cumplidas, _
_mientras reinas en el misterio del silencio._
_Así lo creemos, y esperamos el mundo _
_que ha de venir. _
_Enséñanos a esperar en la esperanza. _
_Concédenos participar de ese mundo que vendrá, _
_para que la presencia de tu gloria _
_sea verdadera en nosotros._
_Amén.»_

18-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Sábado, 18 de septiembre, 2021

La imaginación puede perturbarnos mucho en la oración porque nos lleva a todas partes y nos distrae. Pero no hay que luchar contra ella, porque es peor. Es mejor apartar dulcemente las imágenes interiores y dejarlas pasar, volviendo suavemente a la presencia del Señor. Pero también podemos pedirle al Espíritu Santo que sane y ordene nuestra imaginación para que nos ayude a orar. La imaginación es algo bueno y precioso si se la entregamos al Espíritu Santo.

Entonces, podemos imaginar las manos de Jesús que acarician, o sus brazos que sostienen, o sus ojos que miran con serena ternura, o simplemente su rostro, su figura que nos invita a un abrazo, o a descansar a su lado. Estas son buenas maneras de introducirnos en su presencia. En ese encuentro, es posible que imaginemos que él abre su pecho y derrama en nosotros ese manantial de fuego que es el Espíritu Santo.

Así, el Espíritu Santo puede ayudamos con su luz, para que aprendamos a utilizar nuestra imaginación con habilidad y creatividad, de manera que sea nuestra aliada en la oración, y no nuestra enemiga.

17-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Viernes, 17 de septiembre, 2021

En Juan 20,19-23 vemos que, a pesar de la resurrección, los discípulos se encierran, llenos de miedo. Porque todavía debían recibir la fuerza del Espíritu Santo que los impulsara a la misión liberándolos del temor y la cobardía.

No significa esto que el Espíritu Santo no estuviera presente de ninguna manera, ya que según el Evangelio de Juan Jesús derrama el Espíritu cuando muere en la cruz. Pero Jesús iba produciendo poco a poco una efusión cada vez más plena y liberadora en sus discípulos que finalmente les haría vivir la explosión evangelizadora de la Iglesia naciente en Pentecostés.

El Espíritu Santo nos saca del encierro, del aislamiento, y nos impulsa hacia fuera. Por eso tenemos que convencernos de que el Espíritu Santo nos quiere hacer vivir una espiritualidad en la acción. No tenemos que pensar que sólo tenemos espiritualidad cuando nos encerramos a orar, porque cuando estamos evangelizando, o cuando estamos prestando un servicio bajo el impulso del Espíritu Santo, eso también es espiritualidad. Y esto vale sobre todo para los laicos, que están llamados a impregnar el mundo con la presencia del Espíritu.

Todo lo bueno que Jesús produce en nuestras vidas se realiza por la acción íntima y profunda del Espíritu Santo que él envía. Todo consuelo, toda luz interior, todo regalo de la gracia, todo carisma y todo impulso de amor, nos llegan por la acción interior del Espíritu Santo. Y con ese poder es posible cambiar el mundo.

Por eso, si queremos liberar y embellecer nuestras vidas, y el mundo entero, tenemos que pedirle a Jesús resucitado que derrame en nosotros un poco más del poder del Espíritu Santo que llena su humanidad gloriosa.

16-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Jueves, 16 de septiembre, 2021

El Espíritu Santo puede enseñarnos a disfrutar de las cosas lindas de la vida, pero en la presencia de Dios. Él nos enseña a gozar, encontrando al Señor también en los placeres cotidianos.

Por ejemplo: Si uno aprende a disfrutar de la ducha, si es capaz de detenerse a disfrutar el roce del agua caliente, si deja que su cuerpo se alivie con el agua, y se detiene sin prisa a gozar de ese contacto. Entonces, puede empezar a imaginarse a Dios como agua viva, agua que sana, agua que alivia. Dios como fuente de vida, manantial infinito.

Si está escuchando música que le gusta, ¿por qué no puede detenerse un minuto a disfrutarla? Y mientras la escucha, puede poco a poco dejar que el ritmo y la armonía vayan tomando todo su ser. Y así empieza a imaginar a Dios como una música infinita, que lo envuelve y le hace bailar por el universo.

Si está ante un paisaje, puede detenerse un rato, sin apuros. Hay gente que pasa ante los paisajes como si estuviera mirando fotos, y no se queda aunque sea unos minutos disfrutándolo. O ignora las flores, o un árbol, o el cielo. En cambio deteniéndose en esas cosas, poco a poco, uno puede comenzar a contemplar a Dios como belleza infinita.

Podemos intentarlo. Alguna vez que estemos disfrutando de algo, invoquemos al Espíritu Santo para poder elevarnos en medio de ese placer. No se trata de renunciar al placer, sino de darle un sentido infinito.

https://youtu.be/yxLoVt9YTqU

15-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Miércoles, 15 de septiembre, 2021

_»Ven Espíritu Santo, caricia liberadora, ven. _
_Ven a pasar por todo mi ser, ven. _
_Ven Espíritu Santo, ven a tocarlo todo _
_con ese roce divino que cura. _
_Ven Espíritu, para que toda mi vida _
_tome contacto con tu brillo, _
_con tu cálido rocío, con tu aire fresco. _
_Ven Espíritu Santo, entra, penetra._
_Te doy permiso para invadirlo todo, _
_para escurrirte como agua feliz _
_por todos los resquicios de mi interior. _
_Ven, para que este día, _
_sea un pedazo de cielo _
_en la aridez de mi desierto._
_Ven, no me abandones, ven._
_Amén.»_

14-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Martes, 14 de septiembre, 2021

La alegría es un tema típico del Evangelio de Lucas, desde la anunciación hasta la Pascua, pasando por una especie de caravana de gente gozosa, entre los que se destaca María, que _»se estremecía de gozo en Dios su salvador»_ (Lucas 1,47).

En Lucas 10,21-24 es Jesús el que se llena de alegría; no una alegría mundana, o una euforia psicológica, sino el gozo que procede del Espíritu Santo.

Por eso nuestros corazones tristes necesitan invocar cada día al Espíritu Santo. Él es un verdadero manantial de alegría, que puede convertir en gozo nuestras amarguras más profundas.

Pero el motivo de la alegría de Jesús es muy particular. Jesús se alegraba contemplando cómo los más pequeños y sencillos recibían la buena Noticia y captaban los misterios más profundos del amor de Dios.

Y Jesús se goza porque es su Padre amado el que manifiesta a los sencillos esas cosas profundas que permanecen ocultas para los sabios de este mundo.

El Padre nos regala la fuerza del Espíritu Santo, que nos llena de alegría también cuando nos sentimos pobres, pequeños y limitados. Es una alegría que el mundo no puede dar. Es la alegría celestial que derrama el Espíritu divino.

13-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Lunes, 13 de septiembre, 2021

Podríamos decir que entrar en la presencia del Espíritu Santo no es tanto un esfuerzo por estar atentos con la claridad de la mente, sino más bien dejarnos inundar por él poco a poco.

Pero en realidad él está siempre inundándonos, aunque estemos distraídos, dormidos, u ocupados en un trabajo exigente. También cuando pasamos un momento de oración distraídos, sólo pensando en nuestros proyectos, él está, esperando que lo reconozcamos, en lo más hondo de nuestra intimidad.

Por eso algunos dicen que en realidad no se trata de que él entre en nosotros, sino de entrar nosotros en él, de penetrar en su presencia, de habitar en su amor y en su luz que siempre nos superan.

Pero nosotros estamos siempre dentro del Espíritu divino, sumergidos en él que nos envuelve, nos sostiene y nos lleva dentro de sí permanentemente. Él está llenando todo espacio, todo tiempo y todo lugar, y nunca podemos estar fuera de él, o escondidos de su presencia permanente:

_»¿Adonde iré lejos de tu espíritu? ¿Adonde huiré de tu presencia? Si subo hasta los cielos, allí estás tú, si bajo hasta el abismo, allí te encuentras tú. Si tomo las alas de la aurora y voy a parar a los confines del océano, también allí tu mano me conduce, tu brazo me sostiene»_ (Salmo 139,7-10).

Entrar en su presencia es sobre todo arrojarnos, llenos de confianza y gratitud, deseosos y necesitados, en sus brazos de amor. Es penetrar allí donde siempre estamos, pero entrar con toda la fuerza de nuestro deseo.

12-09-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Domingo, 12 de septiembre, 2021

«Ven Espíritu Santo, ven a sanar mi manera de reaccionar.
Para que frente a las agresiones reaccione con amor.
Para que frente a las burlas reaccione con comprensión.
Para que frente a las preocupaciones reaccione con la súplica.
Para que frente a los imprevistos reaccione con creatividad.
Para que frente a los fracasos reaccione con la esperanza.
Para que frente a los errores reaccione con constancia.
Para que frente a las desilusiones reaccione con confianza.
Para que frente a los problemas reaccione con paz.
Para que frente a los desafíos reaccione con coraje.
Para que frente a tu amor reaccione con alegría.
Ven Espíritu Santo.
Amén.»

https://youtu.be/1Ia6jNRvqSo

11-09-2021

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Sábado, 11 de septiembre, 2021

Jesús quería hacer ver a sus discípulos que no debían entristecerse por su partida, porque en realidad esa partida era un bien para ellos: «Les conviene que yo me vaya» (Juan 16,7). Porque es necesario que Jesús sea glorificado, que pase por la cruz para liberarnos del pecado y resucite llegando glorioso a la presencia del Padre, para poder enviarnos así al Espíritu Santo: «Si no me voy no vendrá a ustedes el Paráclito» (Juan 16,7).

Y la presencia interior del Espíritu Santo es una riqueza y un tesoro que los discípulos no podían ni siquiera imaginar; porque es el Espíritu el que derrama la gracia divina en los corazones y hace presente la vida de Jesús en lo íntimo de los creyentes. Pero el cuarto Evangelio describe la obra del Espíritu Santo de un modo extraño; dice que el Espíritu Santo convence a los creyentes «de un pecado, de una justicia, de una sentencia» (Juan 16,8). En definitiva esto significa que el Espíritu saca a luz el error del mundo que no da a Cristo su lugar y que se mueve con falsos valores que no son su mensaje de amor. Y toda la miseria que el mundo trata de ocultar y disfrazar sale a la luz en toda su negrura gracias a la acción del Espíritu en nuestros corazones. Así, el Espíritu Santo evita que nos dejemos engañar.

El Espíritu hace ver el pecado de incredulidad del mundo, y así muestra cómo el camino que ofrece el mundo es ceguera, oscuridad, sin sentido. Hace ver la justicia, porque muestra que la verdadera justicia, la de Dios, está del lado de Cristo y no de las mentiras del mundo; y hace ver también una sentencia, porque Dios ya ha sentenciado a los poderes del mal, ya los ha condenado, aunque aparentemente ellos lleven las de ganar, aunque parezcan victoriosos.

Dejémonos convencer por el Espíritu Santo, porque él tiene la verdad que nos libera de la mentira.

https://youtu.be/gM6fsYWhfGg