10-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Domingo, 10 de octubre, 2021

El Espíritu Santo nos hace nacer y nos hace renacer. Nos hizo nacer en el Bautismo, pero eso es sólo un germen, una semilla que se tiene que desarrollar permanentemente. El Espíritu Santo es el que realiza ese permanente renacimiento.

Jesús le dijo a Nicodemo: _»Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios… No te extrañes si te he dicho que hay que nacer de nuevo»_ (Juan 3,5.7).

Pero descubrimos que ese nacimiento tiene que ser permanente porque en Juan 3,18 y en 1 Juan 3,9;5,18 advertimos que allí se habla de los que han renacido de un modo pleno, y ya no pecan, porque han nacido perfectamente de Dios.

Por lo tanto, el Espíritu Santo nos ha hecho renacer en el Bautismo, pero quiere hacernos renacer cada día hasta que seamos plenamente renovados y transformados.

Vivamos cada día de esa manera, como una nueva oportunidad para nacer de nuevo, para seguir renaciendo a una vida más bella y más buena. Invoquemos al Espíritu Santo para que nos haga renacer cada día más, porque sólo con su poder es posible morir cada día al hombre viejo y dejar nacer el hombre nuevo.

No podemos contentarnos con la vida recibida en el Bautismo, que es como un germen, sino a permitir su desarrollo hasta alcanzar una plenitud de vida tal, que el pecado ya no pueda tener poder alguno sobre la propia existencia.

https://youtu.be/MJlmTu7BvA0

09-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Sábado, 9 de octubre, 2021

Cuando fuimos formados en el seno de nuestra madre, el Espíritu Santo colocó en nosotros muchas capacidades, que ni siquiera imaginamos. La mayoría de las personas muere sin haber desarrollado una mínima parte de todas esas capacidades que el Espíritu Santo les regaló. Porque son como semillas de cosas buenas que necesitan nuestra decisión y nuestra cooperación para desarrollarse.

Es una pena que tantas cosas bellas queden atrofiadas y escondidas, porque servirían para mejorar el mundo a nuestro alrededor.

Invoquemos al Espíritu Santo, para que podamos explotar toda esa potencia de vida, de luz y de bien que llevamos dentro; para que no nos despreciemos a nosotros mismos ni pensemos que tenemos poco para dar.

No vamos a ser más fuertes si nos guardamos todo eso. Al contrario, porque las cosas más hermosas que llevamos dentro sólo se desarrollan si las ejercitamos y las compartimos. Entonces, seremos más débiles y más pobres si las dejamos escondidas y no las ofrecemos al mundo.

Demos gracias al Espíritu Santo, que nos ha llenado de riqueza interior, y pidámosle que nos fecunde con su gracia para que desarrollemos todo lo que ha puesto en nosotros.

https://youtu.be/sd-Gf58rjhM

08-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Viernes, 8 de octubre, 2021

Dentro de nosotros hay mucha energía que desperdiciamos en los miedos, las tristezas, la envidia, y tantas otras sensaciones inútiles. Pero esa energía despertada por las malas sensaciones puede ser utilizada positivamente, porque el Espíritu Santo puede sanarla y convertirla en algo positivo, si aceptamos dar el paso que él nos propone.

El miedo al futuro, por ejemplo, debe convertirse en un desafío que nos estimule a prepararnos con entusiasmo para enfrentarlo. Es precioso ver cómo esa energía del miedo se convierte en esperanza y decisión.

La tristeza puede convertirse en una actitud de profunda reflexión que nos permita descubrir los grandes valores de la vida, en lugar de buscar entretenimientos que sólo nos distraen.

La energía que se despierta en la envidia también puede convertirse en algo positivo: en la capacidad de dejarse movilizar por esa persona que envidiamos, y comenzar a tomar a esa persona como un estímulo para sacar lo mejor de nosotros mismos, pero a nuestro modo y con nuestra propia misión, sin pretender copiar lo que el otro hace.

Dejemos entrar al Espíritu Santo en esa energía interior que estamos utilizando mal, para que él nos enseñe a usarla bien, para convertirla en una fuerza positiva de vida y de crecimiento.

07-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Jueves, 7 de octubre, 2021

_»Espíritu Santo, _
_fuente de la paz verdadera, ven. _
_Pacifica mis miedos._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis ansiedades._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis obsesiones._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis remordimientos._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis malos recuerdos._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis insatisfacciones._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis rencores._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis tristezas._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica mis nerviosismos._
_Ven Espíritu Santo. _
_Pacifica toda mi vida._
_Ven Espíritu Santo._
_Amén.»_

06-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Miércoles, 6 de octubre, 2021

Uno de los símbolos del Espíritu Santo es la unción con aceite.

En el Antiguo Testamento los reyes eran ungidos, para que supieran gobernar y para que tuvieran la fuerza necesaria para poder cumplir con su misión. Se creía que, junto con el aceite que se derramaba, descendía el Espíritu divino (1 Samuel 9; Sal 2,6). También los sacerdotes eran ungidos en su consagración (Éxodo 28,41; 29,7), y a veces los profetas (1 Reyes 19,15-16).

Jesús mismo, cuando inicia su misión pública, aplica a esa misión el anuncio de Isaías: _»El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres»_ (Lucas 4,18).

Esta unción no significa sólo que somos elegidos, sino que somos capacitados para cumplir la misión que Dios nos da en esta vida. Por eso, también en el Bautismo y en la Confirmación nosotros somos ungidos.

Esta unción con aceite es un símbolo de esa consagración que nos capacita, porque en la antigüedad se utilizaba el aceite para frotar a los atletas y fortalecerlos de manera que pudieran correr y llegar a la meta con éxito. Pero para cumplir otras funciones, como el gobierno, el sacerdocio o la profecía, no basta la fuerza, sino también la sabiduría. Por eso, esta unción con el aceite pasó a simbolizar también al Espíritu Santo que se derrama para darnos esa sabiduría. A los cristianos que han recibido el Espíritu Santo se les dice: _»Ustedes conserven la unción que recibieron de él, y no tendrán necesidad de que nadie les enseñe»_ (1 Juan 2,27).

Imaginemos al Espíritu Santo, que se derrama sobre nosotros como un aceite perfumado, y démosle gracias por la fuerza y la sabiduría que él nos regala muchas veces, cuando más lo necesitamos.

https://youtu.be/Ys5eqeuKsDs

05-10-2021

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Martes, 5 de octubre, 2021

«Ven Espíritu Santo, devuélveme la sonrisa. 
Los años me han ido quitando la alegría interior, el gusto de encontrarme con la gente, el entusiasmo ante las cosas nuevas. Necesito que vuelva a brotar espontáneamente la sonrisa. 
Esa sonrisa sincera, no fingida, que expresa el gusto de vivir y de convivir. Esa sonrisa que manifiesta la esperanza interior, verdadera, real. 
Ven Espíritu Santo, para que vuelva a nacer mi sonrisa. Esa sonrisa de los que creen en la vida y en el amor. La sonrisa de los que se dejan querer por Dios, porque saben que ese amor es sano, es bueno, es auténtico y feliz; porque saben que ese amor nunca nos falta, nunca nos abandona.
Ven Espíritu Santo, y en este preciso momento aplaca mi negatividad, sana mi tristeza, ayúdame a relativizar todo lo que me inquieta. Muéstrame que la vida vale la pena, que es posible comenzar algo bello. Para que en este preciso momento, pueda regalarte una sonrisa.
Amén.»

04-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Lunes, 4 de octubre, 2021

Digamos una vez más que los santos son una alabanza al Espíritu Santo, porque nadie puede ser santo sin la gracia del Espíritu. Él, con su gracia, nos hace parecidos a Jesús. Eso está muy claro en San Francisco de Asís, a quien recordamos hoy.

El pobre de Asís es uno de los santos que mejor reflejan la pobreza, la alegría y el amor fraterno de Jesús. Pero la hermosura de su corazón podría expresarse sintéticamente como apertura. Todo lo existente era objeto de su amor, de su admiración o de su compasión fraterna, y por eso le cantaba a Dios por la «hermana luna», el «hermano fuego», la «hermana hierba». Así vemos cómo el Espíritu Santo no nos encierra en nosotros mismos, sino que nos pone en comunión fraterna con la realidad.

Su corazón pacificado no se resistía ni se llenaba de tensiones ante las contrariedades de la vida o de la naturaleza, sino que reaccionaba con un espíritu de feliz aceptación. Eso lo convertía en un modelo de permanente alegría.

Su mirada de amor cautivaba y exhortaba a vivir de otra manera. No necesitaba insistir ni presionar a los demás para obtener una respuesta generosa. Servía con sencillez el banquete del Evangelio que atrae por sí mismo, por su propia hermosura. Movido por el Espíritu Santo, Francisco salía permanentemente de sí mismo para adorar, para reconocer la belleza de las cosas, para servir con humildad a quien lo necesitara, para perdonar a quien lo ofendía. Su pequeña existencia, por estar completamente apoyada en el «altísimo y buen Señor», era una inestimable combinación de ternura y de vigor.

Su mensaje y la belleza de su testimonio provocaban conversión y reconciliación fraterna por donde pasaba. El beso que dio a un leproso refleja su capacidad de mirar a los demás con la mirada de Dios. Y el Espíritu Santo lo identificó tanto con Cristo, que le regaló las llagas que recibió en las manos, en el maravilloso encuentro con Jesús que vivió en el monte Alvernia. Es bello dejarse transformar por el Espíritu Santo de esa manera, porque mientras más nos parecemos a Jesús, más alegría podemos experimentar en la vida. Invoquemos al Espíritu Santo para que podamos vivir esa transformación.

https://youtu.be/lTJ0V-OBXSs

03-10-2021

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Domingo, 3 de octubre, 2021

«Espíritu Santo, hay aspectos de mi vida que no están sanados, hay partes de mi ser que no están bien. Hay sectores de mi existencia donde no te he dejado entrar. Por eso mis alegrías siempre tienen manchas. Por eso siempre están dando vueltas las sombras de la tristeza y de la confusión. 
Ven Espíritu Santo. Hoy quisiera mostrarte todo, sin pretender ocultarte nada. Quisiera que dialogáramos sobre las sombras que llevo dentro. Ven Espíritu Santo, porque quiero descubrir ante tu mirada mis más profundas rebeldías, esas cosas que no acepto de la vida. Quiero sacar afuera, con total sinceridad, esos reclamos y protestas que no me atrevo a expresar, pero que siempre merodean en mi interior revuelto. 
Apaga mis enojos, aplaca mis quejas más escondidas, serena todo ese mundo inquieto que llevo dentro, cura todo rencor, todo mal recuerdo, toda desilusión. Nada de todo eso vale la pena. Son interferencias en el camino de la felicidad. 
Por eso, ven Espíritu Santo, tú que puedes liberarme, ven.
Amén.»

02-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Sábado, 2 de octubre, 2021

Nosotros somos débiles y llevamos dentro muchas inclinaciones que nos arrastran a la mentira, al egoísmo, a buscar sólo el placer y la comodidad, a procurar nuestro propio bien aunque eso pueda perjudicar a otros, a encerrarnos en nuestras necesidades egoístas. Y nosotros no podemos dominar esos instintos si no nos dejamos sostener y fortalecer por el Espíritu Santo. Pero muchas veces nos engañamos. Creemos que nos dominamos a nosotros mismos, porque dominamos el ansia de comer, o porque no engañamos al cónyuge; pero quizás no sabemos dominar otras cosas: la vanidad, la tristeza o el egoísmo, por ejemplo. Cada uno tiene sus propias debilidades, y lo peor que nos puede pasar es que las ocultemos para engañarnos y engañar a los demás, porque de ese modo no podremos crecer.

San Pablo nos recomienda insistentemente: _»Les encargo que procedan según el Espíritu y no ejecuten los deseos del instinto natural. Porque ese instinto desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra el instinto… Si vivimos por el Espíritu, sigamos al Espíritu»_ (Gálatas 5,17.25).

No dejemos que nuestras inclinaciones más egoístas nos dominen y nos enfermen. Mejor entreguemos al Espíritu Santo el dominio de esas inclinaciones, y elijamos lo que el Espíritu nos propone.

01-10-2021

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Viernes, 1 de octubre, 2021

Hoy recordamos a Santa Teresita de Lisieux. En ella podemos reconocer la generosa ternura que puede infundir el Espíritu Santo en nuestras vidas.

Ella vivió y creció con una bella conciencia de ser inmensamente amada por Jesucristo. Por eso desde niña ansiaba consagrarse a Dios en la clausura; entonces se hizo carmelita. Pero su amor a Jesús no era sólo un deseo de vivir tranquila, abrazada por el Señor. Porque el Espíritu Santo le hizo ver con claridad que quien ama a Jesús se identifica con su deseo, empieza a desear lo que Jesús desea. Por lo tanto, su pasión era ser un instrumento de Jesús para hacer el bien.

Teresita no sentía un gran atractivo por la tranquilidad del cielo. Más bien le interesaba que en el cielo podría estar más cerca de Jesús para que su oración fuera más eficaz y pudiera interceder por nosotros con más fuerza. Eso se expresaba en su promesa de que después de su muerte haría caer una lluvia de rosas.

Pero lo que más se destaca en su vida es la infancia espiritual. No se trata de un infantilismo débil o romántico, sino de una actitud valiente y grandiosa: renunciar a la miserable tentación de creernos dioses todopoderosos, de sentirnos el centro del universo o de pensar que somos más que los demás. Hacerse como niños es confiar sin reservas en el amor de Dios, y así no necesitar más dominar a los demás, aprovecharse de ellos o buscar con desesperación sus elogios y reconocimientos. Teresita vivió a fondo esta actitud gracias a la obra transformadora del Espíritu Santo.

El Evangelio nos invita a recuperar la actitud de humilde confianza que caracteriza a los niños; el Reino de Dios debe ser recibido con esa confianza, propia del que sabe que solo no puede. Así como un niño que en los momentos de temor reclama sinceramente la presencia de su Padre, el corazón tocado por el Espíritu Santo ha renunciado a su autonomía, sabe que necesita de su poder, que sin él no tiene fuerza ni seguridad, que en él está la única verdadera fortaleza.

https://youtu.be/OToEi0oeCY4