08-05-2023

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Lunes, 8 de mayo, 2023

Cuando le pedimos al Espíritu Santo que sane nuestros recuerdos, no tenemos que pensar solo en lo que nos han hecho los demás. A veces sufrimos más por lo que hemos hecho nosotros mismos. Los remordimientos son recuerdos dolorosos de errores que hemos cometido; errores que nos llevan a despreciarnos a nosotros mismos, y así nos hacen sentir indignos de vivir.

Si no los curamos, los remordimientos no desaparecerán con el paso del tiempo. Podremos disimularlos con la actividad o las distracciones; pero ni bien tengamos un momento de soledad o de silencio, volverán a torturarnos. Y si escapamos de la soledad, aparecerán igualmente, en medio de una conversación o de un pasatiempo, impidiéndonos disfrutar de lo que estamos viviendo.
O aparecerán en medio del trabajo y nos harán sentir que lo que hacemos no vale la pena, porque ya no es posible modificar el pasado.

Esos sentimientos quitan la alegría, el entusiasmo, la iniciativa. Son como una mancha que parece arruinarlo todo. Pero no se puede volver atrás para borrar lo que pasó.

Lo mejor es pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a reconciliarnos con nosotros mismos, que nos dé su amor para comprendernos y perdonarnos a nosotros mismos con ternura. Porque de nada nos sirve odiarnos y despreciarnos. Dios no quiere eso. Sólo quiere que entreguemos nuestro pasado y marchemos hacia adelante con alegría y con ganas.

A veces es necesario pedir durante un tiempo al Espíritu Santo, la gracia de perdonarnos a nosotros mismos, porque solo él puede tocar y sanar nuestras angustias más profundas y él nos va liberando poco a poco, a medida que le abrimos nuestro corazón.

07-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Domingo, 7 de mayo, 2023

Ya los Apóstoles de Jesús acostumbraban imponer las manos a los que habían sido bautizados para que recibieran de un modo especial el Espíritu Santo (Hechos 8,15-17).

La Confirmación es el Sacramento que necesitamos no simplemente para salvarnos, sino para alcanzar la plenitud de la gracia del Bautismo:

_»A los bautizados el Sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia, y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma se comprometen mucho más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras»_ (Lumen Gentium 11).

Pero eso no significa que sólo un adulto o una persona madura puedan recibirlo, sino que es precisamente el regalo de la Confirmación lo que nos lleva a la madurez espiritual (CCE 1.308).

Demos gracias al Espíritu Santo, porque él se derramó en nosotros en ese hermoso Sacramento.

06-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Sábado, 6 de mayo, 2023

Para iniciarnos en la vida cristiana, tenemos un tesoro de tres Sacramentos: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. A través de estos tres Sacramentos, el Espíritu Santo nos introduce en un precioso camino de fe, de esperanza y de amor.

En los países más cristianos, casi todos han sido bautizados. Una gran mayoría ha recibido la Comunión, al menos una vez. Pero son menos los que han recibido la Confirmación.

¿Será que no es muy importante?

Sí que lo es. Imaginemos un niño, que es bueno, feliz, pero que siempre sigue siendo niño. ¿No será mejor que se anime a enfrentar los desafíos de la vida, que deje de ser niño, y que vaya creciendo como joven y como adulto, para que sea cada vez más parecido a Jesús?

El Espíritu Santo quiere que vivamos con la confianza de un niño, pero no que tengamos una vida infantil. Él espera que seamos espiritualmente adultos, más allá de los años que tengamos. Por eso, aunque ya lo recibimos en el Bautismo, se derrama de un modo nuevo en la Confirmación. Entonces, es un Sacramento necesario para el desarrollo cristiano.

Si cuando lo recibimos no estábamos bien dispuestos, tratemos de renovarlo interiormente, invocando al Espíritu Santo que nos marcó como un sello espiritual.

05-05-2023

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Viernes, 5 de mayo, 2023

«Ven Espíritu Santo. Quiero decirte que he tenido muchos ideales y muchos sueños, pero con el paso del tiempo se fueron apoderando de mí muchas cosas que me enferman por dentro: rencores, egoísmos, nerviosismos, celos, envidias, tristezas, ambiciones, cansancios o desilusiones.
Todo eso, poco a poco, me fue quitando la alegría de soñar, de amar, de servir.
Ahora, en lugar de luchar por un mundo mejor, lo que busco es estar tranquilo, que no me molesten, disfrutar de la vida. Yo sé que eso también es bueno, pero me duele haber enfriado mis sueños más hermosos.
Por eso te pido que vengas Espíritu Santo. Ven a devolverme las ganas de hacer el bien, de cambiar algo en este mundo; renueva en mí el sueño de una vida fraterna y solidaria, la alegría de servir y de trabajar con los demás.
Ven Espíritu Santo, para que deje de sobrevivir y vuelva a vivir.
Ven, para que pueda recuperar la alegría y el deseo de luchar por grandes ideales.
Ven Espíritu Santo.
Amén.»

04-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Jueves, 4 de mayo, 2023

En Marcos 3,22-30 se habla de un pecado contra el Espíritu Santo. ¿A qué se refiere?

Esta blasfemia contra el Espíritu Santo es la actitud de quien se cierra a la acción del Espíritu poniendo excusas; es ver los signos que Dios nos regala para que creamos, pero hacer callar a Dios con excusas blasfemas con tal de no cambiar los propios planes. Evidentemente, cuando el corazón se cierra de esa manera, el Espíritu Santo no puede actuar.

Este pecado contra el Espíritu Santo se refiere entonces al corazón cerrado que rechaza la Palabra de Dios, rechaza los signos de su amor, y en definitiva rechaza el perdón de Dios. Por eso no puede ser perdonado mientras persevere en esa actitud, ya que Dios no actúa en contra de las decisiones de la libertad humana.

La nuestra es una libertad enferma y débil, pero que nos permite hacer una historia, caer y volver a levantarnos. También nos permite decir que si seguimos el camino de Dios no es porque él nos haya forzado. La iniciativa siempre es suya, y él nos da su gracia para que podamos responderle; pero hay una respuesta que debe brotar de nuestra libre aceptación. El Espíritu Santo es infinitamente respetuoso. Pero no vale la pena cerrarle las puertas y elegir la muerte. Elijamos su amor y su vida, también hoy.

03-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Miércoles, 3 de mayo, 2023

_»Espíritu Santo, quiero dejar en tu presencia los frutos de mi trabajo._
_Dame un corazón humilde y libre, que no esté atado a las vanidades, reconocimientos y aplausos._
_Dame un corazón simple que sea capaz de darlo todo, pero dejándole a Jesús la gloria y el honor._
_Derrama en mí tu gracia para que pueda vivir desprendido de los frutos de mis esfuerzos, para que en mi trabajo busque tu gloria, sin obsesionarme por determinados resultados._
_Dame ese desprendimiento, Espíritu Santo, libérame del orgullo, para que pueda trabajar intensamente, pero con la santa paz y la inmensa felicidad de un corazón desprendido._
_También te ruego que sanes todo sabor amargo, todo resentimiento, y todo lo que hubo de egoísmo o de vanidad en mi trabajo. _
_Ayúdame Señor, para que la próxima vez pueda vivirlo con más generosidad, sencillez y alegría._
_Permíteme descansar un momento en tu presencia._
_Amén.»_

02-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Martes, 2 de mayo, 2023

El fuego del Espíritu Santo puede quemar y sanar los malos recuerdos que a veces nos atormentan. Veamos algunos ejemplos:

Pueden ser momentos de soledad o de abandono en la infancia, haber sido insultado, ignorado o despreciado; puede ser falta de cariño de los padres, desprecios y celos de los hermanos o compañeros, momentos de vergüenza, experiencias sexuales molestas, haber sido rechazado por alguien que yo amaba, sufrimientos por no tener cosas que los otros tenían, accidentes, muertes de seres queridos, sustos, enfermedades dolorosas, prolongadas o repetidas, fracasos, etc.

Ahora hagamos una pequeña oración para sanar nuestros recuerdos enfermizos:

_»Ven Espíritu Santo, aquí estoy, con todo mi pasado dentro de mí, para pedirte la paz. _
_Mira Señor que las cosas que he vivido están lastimándome por dentro. Mira esas angustias y dolores que aparecen a causa de ese pasado que no me deja ser feliz. _
_Ven, Espíritu Santo, a invadir todo mi pasado para transfigurarlo y renovarlo. Pasa por todo mi ser iluminando, sanando y liberando._
_Toca todos mis recuerdos y cura todo el dolor y la inquietud que producen en mi existencia._
_Pasa, Espíritu de amor, y sáname por todos los momentos tristes y dolorosos, por aquellos días en que no me sentí amado, o fui despreciado, maltratado, lastimado, utilizado, calumniado, olvidado, ignorado. Cura mis recuerdos._
_Pasa con tu amor y restaura todo lo que se ha dañado en mi corazón. Cura mi interior y mi cuerpo por todas las malas experiencias que viví. Deja sólo tu inmensa paz y tu ternura._
_Como si fuera una herida que se cierra y desaparece, así se sana todo mi ser de esos recuerdos. Y aquello que me hizo sufrir ya no existe. _
_Pasa Espíritu Santo, alivia, cicatriza, restaura. _
_Amén.»_

1-05-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Lunes, 1 de mayo, 2023

El Espíritu Santo es el silencioso artista del mundo.

Los que queremos vivir en su presencia no podemos ignorar su obra. Tenemos que contemplar lo que el Espíritu Santo siembra en nuestra familia, en nuestro barrio, en el mundo, en todas partes, aun en aquellos que no tienen fe. ¿Qué aportamos con nuestro pesimismo? Mejor aportemos ideas y acciones positivas, sabiendo que nada es inútil. Pero si permanentemente estamos mirando y destacando lo negativo, llega un momento en que se nos cierran los ojos y somos incapaces de valorar las cosas buenas que hace Dios.

El Espíritu Santo nos invita también a descubrir los signos de esperanza que hay a nuestro alrededor. No todo está podrido, porque el Espíritu Santo actúa siempre y en todas partes. Aun a pesar del rechazo de los hombres, él siempre se las ingenia para provocar algo bueno donde todo parece perdido.

Una persona llena del Espíritu ayuda a los demás a descubrir y alentar los signos de esperanza. De hecho, eso es lo que hizo Juan Pablo II en su carta sobre el tercer Milenio:

_»Es necesario que se estimen y profundicen los signos de esperanza… a pesar de las sombras que frecuentemente los esconden a nuestros ojos»_ (TMA 46).

Ojalá cada uno de nosotros pueda reconocer lo que ha sembrado el Espíritu Santo en sus amigos, en sus vecinos, en su lugar de trabajo, en su comunidad; y sea capaz de fomentar esos signos de esperanza con palabras de aliento y de estímulo.

Podemos hacer mucho bien si somos capaces de descubrir y de estimular las cosas buenas que hay a nuestro alrededor. Nadie nos ha pedido que gastemos la vida mirando las sombras, sino que nos desvivamos por alimentar la luz.