08-06-2023

Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Jueves, 8 de junio, 2023

El Espíritu Santo no permite que vivamos una fe individualista, porque él nos inserta en un cuerpo místico, el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, y nos regala dones para edificar ese cuerpo maravilloso donde todos somos importantes y donde nos necesitamos unos a otros (1 Corintios 12).

Mientras los criterios de este mundo nos invitan a pensar en nosotros mismos, a acomodarnos lo mejor posible, a desentendernos de los demás, a consumir, a comprar, a no participar, el Espíritu Santo quiere impulsarnos siempre a la unidad.

Su impulso divino busca que todas las cosas y todas las personas se vayan armonizando en una maravillosa unidad. Él es Amor que une personas. Por eso, en este año somos llamados a integrarnos un poco más en la Iglesia, a quererla más, a buscar nuevas maneras de sentirnos parte de ella.

Ya sabemos que eso no significa que tengamos que ser iguales en todo. El Espíritu Santo siembra dones diferentes por todas partes y como él quiere. Por eso, donde él actúa hay variedad, riqueza, novedad. Pero esos diferentes carismas que él derrama no nos enfrentan ni nos dividen, sino que se complementan, se armonizan, se enriquecen unos a otros, y nos llevan a valorarnos, a reconocernos, a estimularnos entre nosotros.

Seria bueno que frecuentemente pidiéramos la luz del Espíritu Santo para poder descubrir los carismas, las capacidades que él ha sembrado en cada uno de nosotros, para enriquecer a la Iglesia y al mundo con esos dones. Así podemos experimentar el gozo de ser fecundos, de regalarle algo más bello a este mundo, de hacer feliz a otro, de ayudarlo a crecer.

¿Qué te dio el Espíritu Santo para que ayudes a los demás a ser más buenos y más felices?

07-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Miércoles, 7 de junio, 2023

La Biblia dice: _»Da y recibe»_ (Sirácides 14,16). El amor verdadero no es sólo dar, no es sólo hacer cosas por los demás. Es también recibir de los demás y aprender de ellos con humildad.

No basta derramarme en el otro, hacerme fecundo en él. También tengo que disponerme a recibir algo de él, a reconocer el inmenso valor del hermano.

Cuando el apóstol San Pablo habla del cuerpo místico y de la importancia de los dones de todos, allí la actitud negativa que se describe no es la de no querer dar, sino precisamente la de no querer recibir de los demás, la de no saber gozarse en el don del hermano: _»No puede el ojo decir a la mano: ‘No te necesito’… Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte de su gozo.»_ (1 Corintios 12,21.26).

La capacidad de beber del cántaro del hermano es fuente de un gozo especialísimo. ¿Acaso puede haber verdadero amor en una pareja si uno de los dos se encierra en sus esquemas, si se siente salvado en sus seguridades, y ya no es capaz de aprender del otro? ¿Ama de verdad alguien que ya no es capaz de admirarse del otro, o de escucharlo con interés, o que siente que ya no lo necesita?

El amor que derrama el Espíritu es una capacidad de dar y también de recibir, porque nos hace reconocer que no somos dioses y que necesitamos de los demás.

https://youtu.be/_7VnXRMHPgg

06-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Martes, 6 de junio, 2023

¿Qué es lo que no me gusta de mi ser? ¿Qué parte de mi vida siento que está desorientada o desubicada? ¿Qué es lo que trato de ocultar a los ojos de los demás? ¿Qué es lo que me cuesta reconocer de mi propio ser, eso que ni siquiera me gusta recordar?

El primer paso es invocar al Espíritu Santo para poder verlo, y tratar de reconocerlo, mirarlo de frente. Luego, poco a poco, aceptarlo como parte de tu vida y conversar con el Espíritu Santo sobre eso. Si conversando con él realmente puedes decirle que quisieras liberarte de eso, entonces ya has comenzado el camino de liberación. Sólo es necesario que sigas pidiéndoselo cada día y que comiences a intentar dar pequeños pasos para cambiar.

Se trata de ejercitar lo que seria la virtud opuesta a eso que te desagrada. No te desanimes si vuelves a caer, si por cada paso hacia adelante das uno para atrás. Eso sucederá hasta que te convenzas de que es mejor vivir de una nueva manera y estés cómodo con esa nueva vida. Para motivarte a dar esos pasos, es bueno que te preguntes con sinceridad: ¿Qué es lo que quiero hacer crecer en mi? ¿Hacia dónde quiero ir? ¿Qué estilo de vida quiero alcanzar?

Pero también es indispensable que le pidas luz al Espíritu Santo, para que él te ayude a reconocer lo que debes ser. Nadie sabe mejor que él lo que cada uno de nosotros tiene que llegar a ser, esa identidad única, irrepetible, que nadie puede copiar. Por eso, es muy sano detenerse a pedirle a él la luz para ver quién es uno en realidad y quién debe llegar a ser:


_ «A ti levanto mi alma,_ _Dios mío._

_En ti confío. Que no sea confundido…_

_Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas._

_Guíame en tu verdad, enséñame, que tú eres el Dios de mi salvación.»_


      Salmo 25,1-2.4-5

https://youtu.be/3JIknwVJ_6s

05-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Lunes, 5 de junio, 2023

Jesús fue bautizado, y el Espíritu Santo descendió sobre él como una paloma (Lucas 3,21-22). Pero no fue bautizado porque necesitaba la gracia divina, ya que Jesús siempre tuvo una santidad perfecta. 

El Espíritu que desciende sobre él no está significando que Jesús no poseía el Espíritu antes del bautismo, sino que Jesús lo recibe de un modo nuevo, en orden a la misión que tiene que comenzar. El Espíritu que Jesús ya poseía, ahora se manifiesta capacitándolo para salir a predicar y hacer presente el Reino de Dios. 

En ese sentido se entienden las distintas «venidas del Espíritu» en la Escritura. Cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2,1-11), eso no significa que antes no lo tuvieran, sino que lo recibían para salir a evangelizar al mundo, capacitándolos para cumplir una misión. Lo mismo vale para el bautismo de Jesús, que desde su concepción ya estaba lleno del Espíritu Santo. 

Efectivamente, habiendo recibido una vez más el Espíritu Santo, y luego de cuarenta días de preparación en el desierto Jesús se dirige a Galilea a proclamar la buena noticia, porque _»se ha cumplido el plazo»_ (Marcos 1,15). Así, en este relato del bautismo de Jesús aparece el cumplimiento de Isaías 1,11; 64,1. 

Podríamos preguntarnos si cada vez que tenemos que comenzar una nueva misión, o una tarea delicada, nos detenemos con fe a invocar el auxilio del Espíritu Santo. Porque cada vez que recibimos una nueva misión o comenzamos algo nuevo en la vida, necesitamos la fuerza del Espíritu Santo para poder hacerlo bien.

03-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Sábado, 3 de junio, 2023

Con el Espíritu Santo se derraman en nosotros sus dones más preciosos, que nos hacen más dóciles para seguir sus impulsos, para ser menos esclavos de lo que nos hace daño y dejarnos impulsar hacia las cosas buenas y bellas. Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios (Isaías 11,1-2).

Si ya has recibido la Confirmación, sería bueno que renovaras la gracia de este Sacramento. Y si no lo has recibido, sería hermoso que lo pensaras.

El rito es muy simple. Consiste en una unción con aceite perfumado (Crisma) que hace el Obispo en la frente, diciendo las siguientes palabras: _»Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo»._ Esta unción imprime como un sello permanente en el interior de la persona, y por eso sólo se recibe una vez. Pero una vez recibido, podemos invocar al Espíritu Santo, pedir perdón por nuestros pecados, alimentarnos con la lectura de la Biblia y con la Eucaristía, para que esa gracia de la Confirmación reviva y crezca cada día más, para que el Espíritu Santo pueda reformar plenamente nuestras vidas.

02-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Viernes, 2 de junio, 2023

_»Espíritu Santo, una vez más te pido la gracia de liberarme, Señor. Derrama en mi un profundo deseo de perdonar, de vivir en paz con todos y de comprender profundamente las agresiones y desprecios de algunas personas. Ayúdame a descubrir sus sufrimientos y debilidades más hondas para poder mirarlos con ternura y no juzgarlos por lo que me han hecho. Limpia mi interior, Espíritu Santo, de todo resto de resentimiento y de malos recuerdos. Mi seguridad está en tu amor y en tu fuerza que me abraza. No permitas que me debilite con faltas de perdón._
_Arranca de mi interior todo deseo de hacerles daño y de pagarles con la misma moneda. Es posible reaccionar con el perdón y elevarse por encima de los resentimientos._
_Elévame, Espíritu Santo, para que yo no necesite hacerlos sufrir de alguna manera para sentirme bien._
_Derrama en mi interior tu compasión, para que pueda recordarlos sin rencor y sin angustia._
_Son hijos de Dios, Jesús los salvó con su sangre, son mis hermanos, están llamados a la vida eterna, y tú, Espíritu Santo, vives en ellos. Dame la gracia de perdonarlos sinceramente._
_Libérame, Espíritu Santo, para que pueda respirar feliz y caminar por la vida sin ataduras interiores._
_Amén.»_

01-06-2023

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Jueves, 1 de junio, 2023

Cuando algún problema te agobia, tienes que detenerte a contárselo al Espíritu Santo. Nadie te pide que enfrentes tus dificultades solo. Lo tienes a él. Pero no le cuentes sólo lo que te sucede, sino lo que sientes en tu interior a causa de ese problema. Porque a veces lo peor no son las cosas que nos pasan, sino lo que nos hacen sentir por dentro. Si has discutido con un hijo o con un amigo, quizás no sufras tanto por la discusión, sino porque esa discusión te hace sentir que todos te abandonan, que nadie es fiel, o que eres desagradable y por eso nadie te ama. Quizás eso despierte tu temor a quedar solo y abandonado.

Las cosas que nos pasan despiertan todos nuestros monstruos interiores.

Por eso, es necesario que le cuentes todo al Espíritu Santo, todo eso que da vueltas en tu interior. Porque él puede ayudarte a resolver tu problema, pero sobre todo puede curarte interiormente, para que no te sientas tan débil, para que no te sientas tan solo, para que puedas sacar lo mejor de tu ser y salgas adelante.

Es mejor que derrames todo en su presencia sin ocultarle nada, y que dejes que él te consuele. Porque el Espíritu Santo es el verdadero «Consolador».

https://youtu.be/PTumchZt0_o