13-01-2021


*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Miércoles, 13 de enero, 2021

«Ven Espíritu Santo, y penetra en todo mi cuerpo. Te doy gracias por el don de la vida, por cada uno de los órganos de mi cuerpo, que es una obra del amor divino.
Ven Espíritu Santo, y pasa por todo mi cuerpo.
Acaricia con tu cariño este cuerpo cansado y derrama en él la calma y la paz.
Penetra con tu soplo en cada parte débil o enferma. Restaura, sana, libera cada uno de mis órganos. Pasa por mi sangre, por mi piel, por mis huesos.
Ven, Espíritu Santo, y aplaca toda tensión con tu amor que todo lo penetra.
Sáname Señor.
Amén.»
Evangelio del Día

Padre Luis Maldonado

Marcos 1, 29-39
Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan». El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido». Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor.

Meditación del Papa Francisco

La obra salvadora de Cristo, no se agota con su persona durante su vida terrena; ésta prosigue mediante la Iglesia, sacramento del amor y de la ternura de Dios hacia los hombres.

Al enviar en misión a sus discípulos, Jesús les confiere una doble misión: anunciar el Evangelio de la salvación y sanar a los enfermos. Fiel a esta enseñanza, la Iglesia siempre ha considerado la asistencia a los enfermos como parte integrante de su misión.

“Los pobres y los que sufren, los tendrán siempre”, advierte Jesús. Y la Iglesia continuamente les encuentra en la calle, considerando a las personas enfermas como una vía privilegiada para encontrar a Cristo, para acogerlo y servirlo.

Curar a un enfermo, acogerlo y servirlo es servir a Cristo, el enfermo es la carne de Cristo.

Esto sucede en nuestro tiempo, cuando a pesar de las diversas adquisiciones de la ciencia, el sufrimiento interior y físico de las personas despierta fuertes interrogantes sobre el sentido de la enfermedad y del dolor, y sobre el porqué de la muerte.

Son preguntas existenciales a las cuales la acción pastoral de la Iglesia debe responder a la luz de la fe, teniendo delante de los ojos al Crucifico, en el cual aparece todo el misterio de salvación de Dios padre, que por amor de los hombres no escatimó a su propio Hijo.

Por lo tanto cada uno de nosotros está llamado a llevar la luz del evangelio y la fuerza de la gracia a quienes sufren y a todos aquellos que los asisten, familiares, médicos, enfermeros, para que el servicio al enfermo sea realizado cada vez con más humanidad, con dedicación generosa, con amor evangélico, y con ternura. (Homilía de S.S. Francisco, 8 de febrero de 2015).

Completas
Visperas
Laudes

Lectura completa de la Biblia Católica en 365 días.
Fray Nelson Medina, O.P., lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura.
Día 353 de 365

Amós 1–4
Eclesiástico 44,12-23
Apocalipsis 21