14-04-2022

*Los Cinco Minutos del Espíritu Santo*

Jueves, 14 de Abril, 2022

Podemos imaginar al Espíritu Santo como si fuera agua que se derrama, que inunda, que penetra. Jesús prometió derramar torrentes de agua viva, y dice el Evangelio que se refería al Espíritu Santo (Juan 7,37-39).

En la Biblia el agua no aparece sólo con la función de limpiar o purificar, sino sobre todo con la misión de dar vida, de regar lo que está seco para que puedan brotar las semillas, crecer las hojas verdes, producir frutos en abundancia: _»A la orilla del río, en los dos lados, crecerá toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas, ni sus frutos se acabarán; darán cosecha cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario»_ (Ezequiel 47,12). Los profetas lo habían anunciado:

_»Brotará un manantial en el templo del Señor»_ (Joel 4,18; Zacarías 14,8).

_»Voy a derramar agua sobre la tierra seca, y torrentes en el desierto»_ (lsaías
44,3).

_»Sacarás agua con alegría del manantial de la salvación»_ (lsaías 12,3).

El agua prometida es el Espíritu Santo, que brota para nosotros del costado de Jesús resucitado. Es agua para regar esa tierra reseca y agrietada de nuestra vida, para que podamos dar fruto abundante, para que nos alegremos en la cosecha.