
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Jueves, 27 dr agosto, 2020
“Espíritu Santo, fuerza de mi vida, hoy vuelvo a darte gracias.
Gracias porque me colocaste en este universo para que yo haga un camino, para que aprenda a amar, para que descubra tu amistad día a día.
Gracias porque estás conmigo en todo lo que me pasa y me ayudas a aprender algo de cada cosa que me suceda.
Gracias porque quieres transformar todo mi ser con tu vida divina.
Gracias porque cada día es una novedad, porque siempre hay nuevos signos de tu amor, porque siempre me invitas a algo más.
Cuando te abro mi mente y mi corazón puedo recibir maravillas de tu ternura.
Y siempre me llamas a volver a empezar.
Gracias Espíritu Santo.
Amén”.

Evangelio del día, Padre Luis Maldonado
Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene e! ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas?
Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes». Palabra del Señor.
Meditación del Evangelio por el Papa Francisco
A lo largo de los evangelios Jesús habla de estar «despierto» y prestar atención. ¿Estoy tan preocupado por la actividad de la vida y mis preocupaciones particulares que a veces me olvido de mirar y rezar?
Nos enfrentamos a la tentación constante de correr en el presente, como si no hubiera cambios significativos que hacer en nuestro estilo de vida. Podemos sentirnos cómodos con la forma en que están las cosas, o molestos y cínicos con el pobre estado del mundo, pero ¿hacemos algo para mejorarlo? Jesús nos insta a adoptar una visión más larga; a creer que Dios está a cargo de la historia humana y quiere que nosotros juguemos nuestro papel para llevarla a cabo. Debemos ser «fieles y sabios» y vivir como si el Hijo del Hombre estuviera a punto de venir.
La idea de que Dios pueda venir a cualquier hora hace que algunas personas se pongan nerviosas y tengan miedo. Si dejo que Jesús me lleve a un amor más profundo de Dios, me doy cuenta de que no tengo nada porque temer porque soy capaz, en cualquier momento, de decirle a Dios, «Mira, Señor, aquí estoy, confío en tu misericordia».
«¿Qué somos nosotros? Somos «casi un nada», dice otro salmo; nuestros días pasan rápido: aunque si viviéramos cien años, al final nos parecería todo un suspiro. Muchas veces he escuchado ancianos decir: “La vida me ha pasado como un suspiro…”. Así la muerte desnuda nuestra vida. Nos hace descubrir que nuestros actos de orgullo, de ira y de odio eran vanidad: pura vanidad. Nos damos cuenta con pesar de que no hemos amado suficiente y de que no hemos buscado lo que era esencial. Y, al contrario, vemos lo bueno que realmente hemos sembrado: los afectos por los cuales nos hemos sacrificado, y que ahora nos tienen de la mano.»
(Audiencia de S.S. Francisco, 18 de octubre de 2017).
Oraciones y reflexión (Padre Sam) | Jueves 27 de agosto del 2020:
- Reflexión| El verdadero servidor:
- Laudes:
- Vísperas:
- Completas:
- Rosario:
- Coronilla de la Divina Misericordia:
Lectura completa de la Biblia en 365 días.
Fray Nelson Medina, O.P., lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura.
Día 214 de 365
Judit 1–3
Proverbios 30,18-33
Lucas 1,1-25