26-10-2020

*Los cinco minutos del Espíritu Santo*

_Lunes, 26 de octubre, 2020_

El Espíritu Santo ama mi felicidad. Es un error tremendo creer que sólo podemos ofrecerle nuestros sufrimientos, como si a él no le interesara que disfrutemos de esta vida.

Es cierto que él puede ayudarnos cuando estamos pasando un momento difícil. Pero también espera que lo reconozcamos en medio de nuestras alegrías y placeres.

Algunas personas, cuando están viviendo un buen momento, no saben disfrutarlo, porque piensan que eso no le interesa a Dios. O sienten que no son dignos de disfrutar, o que sólo valen el sacrificio y el trabajo. Olvidan que Dios nos ama, y nos ama con generosidad y con ternura. Es como cualquier amigo que nos quiere en serio, y que se alegra cuando las cosas nos van bien y podemos ser felices.

Por eso, cuando estemos pasando un buen momento, disfrutémoslo y démosle gracias al Espíritu Santo. Si no somos egoístas y somos capaces de compartir con los demás, el Espíritu Santo disfruta con nosotros.
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Evangelio del Día

Padre Luis Maldonado

Evangelio de Lucas 13,10-17.

Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga. Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera. Jesús, al verla, la llamó y le dijo: «Mujer, estás curada de tu enfermedad», y le impuso las manos. Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado». El Señor le respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?» Al oír estas palabras, todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se alegraba de las maravillas que él hacía». Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco.

Jesús, cura y anima a ir adelante, pero esto desencadena la crítica de los doctores de la ley, porque la curación se produjo un día sábado. Una historia que también se produce tantas veces hoy.

Cuántas veces hoy en las comunidades cristianas encuentra las puertas cerradas: «Pero tú no puedes, no, tú no puedes. Te equivocaste aquí y no puedes. Si quieres venir, ven a la Misa el lunes, pero permanece ahí, y no hagas nada más». Y lo que hace el Espíritu Santo en el corazón de las personas, los cristianos con psicología de doctores de la ley lo destruyen.

A mí esto me causa dolor, la Iglesia tiene siempre las puertas abiertas. Es la casa de Jesús y Jesús recibe. Pero no solo recibe, también va a encontrarse con la gente, así como fue a ver a este.

Y si la gente está herida, ¿qué hace Jesús? ¿Le reprocha porque esté herida? No, viene y la lleva sobre sus hombros. Y esto se llama misericordia. Y cuando Dios reprocha a su pueblo: «Misericordia quiero, no sacrificios», habla de esto

¿Quién eres tú que cierras la puerta de tu corazón a un hombre, a una mujer que tiene ganas de mejorar, de volver a formar parte del pueblo de Dios, porque el Espíritu Santo ha agitado su corazón?. Pidamos hoy al Señor en la Misa por nosotros, por cada uno de nosotros y por toda la Iglesia, una conversión hacia Jesús, una conversión a Jesús, una conversión a la misericordia de Jesús.

Oración por El Papa Francisco
Coronilla de la Misericordia
El Angelus
Laudes
Visperas
Completas

Lectura completa de la Biblia en 365 días.
Fray Nelson Medina, O.P., lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura.
Día 274 de 365

Isaías 39–40
Eclesiástico 1,16-30
Hebreos 1