
*Los cinco minutos del Espíritu Santo*
_Viernes, 23 de octubre, 2020_
A veces el Espíritu Santo no puede regalarme su vida y su paz, y no puede obrar en mi existencia, porque yo estoy obsesionado con algo y quiero conseguirlo por un camino equivocado.
Es cierto que necesitamos amor, todos lo necesitamos. Y si alguien dice que no necesita amor está mintiendo, se está engañando a sí mismo, se ha cauterizado para no sufrir.
En el fondo de su corazón hay un niño necesitado que está gritando de frío y abandono.
Pero nunca lograremos el verdadero amor que necesitamos vendiéndonos a los demás, tratando de hacer todo lo que esperan de nosotros para que nos quieran, violentándonos por dentro y tratando de ser lo que no somos.
Si renunciamos a ser nosotros mismos, ellos no amarán nuestro ser real; amarán sólo esa máscara, esa apariencia que hemos fabricado.
No seamos injustos con nosotros mismos y con Dios. Seamos lo que tenemos que ser, nuestro verdadero ser, el que Dios ha creado. Es cierto que tendremos que cultivarnos, pero sin dejar de ser nosotros mismos.
Por eso, es mejor dejarnos amar por el Espíritu Santo. Cualquier amor verdadero no es más que un reflejo del Espíritu, que es amor sin límites. Y es un amor que me quiere como soy, y que sólo espera que sea yo mismo. Cuando él me toca por dentro para embellecerme, lo hace respetando esa identidad que él ama. Pidámosle entonces que destruya nuestra máscara y haga brillar nuestra realidad más bella.
✨️✨
Padre Luis Maldonado
Evangelio de Lucas 12,54-59.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Dijo también a la multitud: «Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo». Palabra del Señor.
—————————
Reflexión
Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?
¿Cómo no querer dialogar, en todas nuestras circunstancias, con Jesús, nuestro Maestro y Señor? Tenemos que reconocer que algunas veces no acabamos de entender sus palabras. Por ejemplo, lo que nos dice en el evangelio de hoy. Parece que nos echa en cara que sabiendo interpretar bien el aspecto de la tierra y del cielo, y hoy mejor que nunca gracias a los meteorólogos que nos brindan sus enseñanzas en la radio, en la televisión… “no sabéis interpretar el tiempo presente”. “¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?”.
En cuanto a nuestra conducta personal, lo que debemos hacer, creo que nos resulta normalmente fácil saberlo siguiendo el evangelio. La cosa se oscurece para saber cómo predicar el evangelio en esta sociedad cada vez más descristianizada, cómo dirigirnos a muchos de esos hombres y mujeres que, al menos, de entrada dicen no necesitar la buena noticia de Jesús, ni de Dios. En más de una ocasión, no sabemos cómo adentrarnos en los ambientes descristianizados para ofrecerles a Jesús y su evangelio.
Como tenemos confianza con Jesús, nos podemos dirigir a Él, con ánimo orante y suplicante, y pedirle que nos envíe su luz y su fuerza para cumplir con nuestra misión de evangelizadores en el siglo XXI.

Lectura completa de la Biblia en 365 días.
Fray Nelson Medina, O.P., lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura.
Día 271 de 365
Isaías 32–33
Sabiduría 19,13-20
2 Pedro 1