Los cinco minutos del Espíritu Santo
Jueves, 10 de septiembre, 2020
Cuando alguien se detiene a pensar en su infelicidad, en sus fracasos, en las cosas que soñó y no logró, en sus insatisfacciones. ¿Para qué gastar el tiempo y las energías en esos pensamientos?
Hay que invocar al Espíritu Santo para poder adorar al Padre Dios. Lo importante es que existe él y es infinitamente feliz. Él es pura felicidad, sin límites ni confines. Existe la felicidad perfecta, que es él. Yo puedo recibir gotitas de esa felicidad, y estoy llamado a una felicidad inmensa. Pero lo más importante es que él es feliz, inmensa y maravillosamente feliz, que en él hay un gozo ilimitado.
Sólo una persona sanada y liberada por el Espíritu Santo es capaz de disfrutar con la felicidad de otro, sin estar pensando en lo que no tiene. Por eso, sólo el Espíritu Santo puede enseñarnos a adorar. La adoración es extasiarme en la belleza y en la felicidad de Dios, de tal manera que pueda desprenderme de mi propio yo por un instante. Sólo cuenta él, sólo Dios. Pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe el arte de la adoración.
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Santo Evangelio de hoy – Lucas 6,27-38.
Evangelio de hoy Lectura del Santo Evangelio de hoy jueves 10 de septiembre (Cómo podemos tener amor a los enemigos) En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué gracia tiene? También los pecadores obran así. Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿qué gracia tiene? También los pecadores prestan a pecadores para que estos correspondan con algo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande, y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores. Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes» Palabra del Señor.
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Reflexión del Evangelio de hoy por el Papa Francisco.
«Un sacrificio que agrada mucho a Dios: Amar a los enemigos»
De una manera particular, la lectura del Evangelio de hoy se centra en cuatro detalles para vivir la vida cristiana: «ama a tus enemigos, haz el bien a los que te odian, bendice a los que te maldicen, ora por los que te maltratan».
Debemos seguir el camino que nos indica el Padre Celestial: el de la misericordia y el de la paz interior. Esto es así: a no acusar, maldecir y tratar de hacer daño al otro, de lo contrario, entramos en la lógica destructiva del gran acusador.
El Señor siempre nos muestra cómo debería ser la vida de un discípulo, a través, por ejemplo, de las Bienaventuranzas o las Obras de Misericordia.
Los cristianos nunca deben entrar en el chisme o en la lógica de los insultos, que lo único que genera es guerra. Por el contrario, debemos buscar siempre tiempo para orar por las personas molestas.
La lógica cristiana va contra corriente y sigue la locura de la Cruz. El objetivo final es llegar a comportarse como hijos de nuestro Padre: «Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso».
Y en el Evangelio de hoy, vemos que este es el camino, el camino que va en contra del espíritu del mundo, que piensa lo contrario, que no acusa a los demás. Porque entre nosotros está el gran acusador, el que siempre nos acusa ante Dios, para destruirnos. Satanás: él es el gran acusador.
Y cuando yo entro en esta lógica de acusar, maldecir, tratar de hacer daño a otro, entro en la lógica del gran acusador que es destructivo. Quien no conoce la palabra misericordia, no la conoce, porque nunca la ha vivido. (Homilía del Evangelio de hoy. Santa Marta, 13 de septiembre de 2018.)
Oraciones y reflexión (Padre Sam) Jueves 10 de septiembre del 2020
Lectura completa de la Biblia en 365 días.
Fray Nelson Medina, O.P., lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura.
Día 228 de 365
1 Macabeos 5
Eclesiastés 12
Lucas 7, 24-50